El frío ha petrificado mis huesos, ha mullido mis esperanzas, aunque ya vanas con calor de vida, tengo la premonición de la árida tormenta, de llegar a ella, sentir su abrasivo calor...
La imagen de la gélidez de un clima, me hace pensar en la inmovilidad de los cuerpos del exterior y de la rápida organización del movimiento en el interior; quizá sea una alegoría ó tal vez la perdida de la sensibilidad y del otoño creciente en la ciudad retazo, en el papel que algún día pensamos dibujar de distintos colores; llenar el mundo con la estetica parlanchinas de las visiones matutinas de un despertar sereno en la mañana, despues de un cigarrillo, un cafe y el aroma de un sueño... triste realidad es la vanalidad... amarga mentira la de la soledad que confundimos con no contar con nadie, y nada más como diría Silvio...
Dalhio
PD: Ninguna, me gustaría decir ¡que rico clima¡, pero mejor digo !que buen paseo¡
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