lunes, 7 de mayo de 2007

HACER TEATRO HOY




I
Empieza a escribir impulsado por el deseo de crear personajes. No olvides que "el acto más sublime consiste en poner a otro ante ti". (William Blake)

II
Permite que los personajes hablen por sí mismos; no les insufles ni tus odios, ni tus temores, ni tus miedos, ni tus prejuicios, ni tu ideología.

III
No te dejes seducir por las palabras, los conceptos, las metáforas y los signos plásticos. En la escritura para el teatro son casi superfluos.

IV
Estudia con maniático rigor a Esquilo, Eurípides, Sófocles, Aristófanes, William Shakespeare, Molière, Anton Chéjov, Tennessee Williams, Samuel Beckett, Jean Genet, Eugène Ionesco, Edward Albee. Y Andres Caicedo Son los más grandes maestros.

V
Ama el mundo material sobre todo porque es manifestación del inmaterial, y explora con tanto ahínco el mundo sobrenatural como el natural. No olvides las palabras de Borges: "La escritura es una artillería hacia lo invisible".

VI
Pon al actor en el centro del espectáculo y confiérele todo el poder. A diferencia del sacerdote, que entrega la hostia que está fuera de sí mismo, el intérprete ofrenda la propia vida metamorfoseada. Emigra desde el sitio confinado que es su propio ser para asumir al otro y lo Otro. Es la encarnación más activa del compromiso y de la piedad.

VII
Simpatiza con la alegría, reverencia el dolor y siente la presencia de lo terrible en todo lo que sufre y ríe, en lo que asciende y en lo que desciende, en lo que vuela y en lo que se arrastra, en lo que triunfa y en lo que fracasa.

VIII
Disuélvete en el no ser antes de escribir. Renuncia al ego, a la vanidad, al intelectualismo, a la soberbia y a la falsa sabiduría. No olvides que "no hay cosa fuerte,/ que a papas y emperadores/ y prelados,/ así los trata la Muerte/ como a los pobres pastores/ de ganados". (Jorge Manrique)

IX
Recuerda que una obra teatral es como un organismo vivo y que no puede existir sin sangre (la acción dramática), tejidos (los conflictos), nervios (el antagonismo) y huesos (los personajes.)

X
Mantente célibe y escribe sólo desde la libertad que se sustrae de la separación que producen las ideologías. Sin ella tu arte será efímero y mortal y sólo estará destinado a hacer indulgente vida conyugal con el público y los poderosos de turno. Por eso no busques el éxito: encuéntralo. Y si lo encuentras, no olvides las palabras de Víctor Hugo: "Luz y polvo son las dos cosas de que se compone la gloria".

1 comentario:

Anónimo dijo...

A caso entregar las herramientas a un cúmulo de idealizadores (comercializadores) de la escena es válido para generar la emosion de estar en medio de la esquizofrenica sensacion de suicidio en el oscuro permanente del escenario? Yo respondo que SI. y si es del caso redundar en el delirio de poetas (magos de las luces) para que no se entienda mucho que es escencia... igual la inmortalidad no importa...esto es pura accion. free!

Lamparum

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